Estos pastelitos son típicos de Suecia y hay una gran cantidad de variantes en su receta. Os pongo una sencilla pero muy rica.
Son ideales para acompañar el café y para los amantes de la canela, no podrán comer sólo uno.
Ingredientes:
250g Harina de fuerza.
50g Azúcar.
25g Mantequilla.
1u Huevo.
3g Sal.
100ml Leche.
20g Levadura fresca (panadero).
Ralladura de limón.
A parte de lo que hemos pesado, tendremos canela en polvo, mantequilla derretida y azúcar en grano.
Con todos los ingredientes que hemos pesado y la ralladura de limón amasaremos con el robot de cocina. Dejaremos una masa elástica y de tacto blando.
La dejaremos reposar una media hora y después la estiraremos con el rodillo haciendo un rectángulo de unos tres milímetros de grueso.
Ahora pintaremos con la mantequilla derretida toda la superficie con la ayuda de un pincel.
Después pondremos azúcar grano en cima de la mantequilla.
Y por último espolvorearemos canela a gusto de cada uno.
Enrollaremos en espiral dando una forma de tubo.
Cortaremos porciones de unos dos dedos de grueso.
Girándolas las dispondremos en una bandeja de horno con papel de cocer y dejaremos fermentar hasta que doble su tamaño.
Antes de hornear pintaremos con huevo para darle color y coceremos a 180Cº unos quince minutos según horno.
Cuando los saquemos del horno podemos pintarlos con almíbar.
Ya están listos para degustar, sencillos y ricos.
2 comentarios:
Viendo las virguerías que haces y lo bien desarrolladas que están las recetas, no me va a quedar más remedio que meterme en faena.
Nen, eres un crac!!
De verdad, de verda, de verdad, que es una tentacion.
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